EL FEUDALISMO EN LA EDAD MEDIA

EL FEUDALISMO EN LA EDAD MEDIA

La Edad Media se ha caracterizado por el surgimiento de un sistema o modo de producción específico: el feudalismo.

El término feudalismo viene de la palabra feudo, que era el nombre que se le daba a los territorios que los reyes medievales entregaban a los nobles a cambio de sus servicios.

Cuando hablamos de feudalismo nos referimos al sistema político, social y económico que surgió en Europa occidental a partir del siglo IX y que se reformó plenamente entre el siglo X y el siglo XIV. A partir del siglo XV, se abre un período de transición, donde seguían válidos muchos rasgos del sistema feudal al mismo tiempo que se iban desarrollando las condiciones para el posterior surgimiento del sistema capitalista.

En el sistema feudal, el poder político estaba encabezado por un rey, pero éste era un gobernante con muy poco poder. De hecho, eran los grandes nobles los que tenían el poder, mandando cada uno en sus tierras. Por eso se dice que el feudalismo se caracteriza por la existencia de una “fragmentación del poder político”.

Uno de los rasgos que caracteriza al feudalismo es que la nobleza (la clase social dominante) sólo los miembros de la nobleza podían imponer la ley y la justicia. Al contrario, los campesinos no podían acceder a estos privilegios.

Los feudos o territorios que el monarca otorgaba a los nobles o vasallos que hubieran destacado en la guerra o en otra forma de servicio era común y el modo de reconocer el valor de los caballeros o nobles que acudían a la batalla. Constituía una manera de asegurar la defensa y la unión del reino. Su entrega se realizaba mediante un acto que se dividía en tres etapas: homenaje, juramento de fidelidad e investidura.

El Modo de Producción Feudal (o Feudalismo) se caracteriza también por la existencia de dos tipos de relaciones: las “relaciones de servidumbre” y las “relaciones de vasallaje”.

RELACIONES DE SERVIDUMBRE

• El señor feudal explotaba las tierras y por ello recurrían a los campesinos que eran los que hacían el trabajo.
• Esto se debía a que cuando el Señor Feudal recibía las tierras, recibía también derechos sobre sus habitantes.Recibe el nombre de “Relación de servidumbre” a la relación que se establece entre cada señor feudal y los campesinos (siervos)

RELACIONES DE VASALLAJE

• Estas eran las relaciones que se establecían entre un noble de mucho poder (Señor Feudal) y otro noble de menor poder (vasallo).
• En la relación de vasallaje, el Señor Feudal le daba al vasallo: protección, mantenimiento, y el dominio sobre un conjunto de tierras y sobre sus habitantes (siervos) que estarán obligados a trabajar para él.
• Al contario, el vasallo tenía que dar a su Señor apoyo militar y fidelidad.

LA ÉPOCA DORADA DEL FEUDALISMO

El feudalismo acabó llegando a su madurez en el siglo XI y alcanzó toda su fama durante los siglos XII y XIII. Su evolución comenzó en Francia, impulsado por los nobles que mandaban en las zonas bañadas por el río Loira, y extendiéndose hacia lugares más allá del río Rin, pasando por el Ducado de Normandía y alcanzando el Borgoña. En sus años más dorados, las instituciones feudales se establecieron en zonas como Inglaterra, Italia, Sicilia y en el imperio Sacro. El Imperio bizantino también llegó a adoptar el sistema feudal tras la cuarta Cruzada.

En España, el feudalismo no dejó rastro hasta la mitad del siglo XII, llegando a conquistar el país desde los reinos cristianos hispánicos hasta el califato de Córdoba.

La cesión de los feudos a los nobles llegaba sólo a los caballeros que rindiesen homenaje, juramento y sumisión. En su forma más antigua el feudalismo occidental asumía que el Rey, príncipe, duque, marqués o conde era dueño de las tierras, no por títulos ni linaje, sino porque las tierras se recibían “de nadie sino de Dios”.

El príncipe cedía los feudos a sus barones a cambio de unos simples términos. Un noble podía mantener todos sus feudos bajo su dominio personal y, al mismo tiempo, mantener a sus caballeros  a costa de las prestaciones debidas a su señor.

TIPOS DE FEUDOS EN LA EDAD MEDIA

El feudalismo prácticamente, tenía sus normas y sus delimitaciones para poder ser traspasado o trasladado o regalado. Pero el feudo tiene diferentes características y por lo tanto, diferentes clasificaciones.

•    Alodial: no era liberable
• De cámara: relacionado con el dinero, en donde representaba a Hacienda del señor, inmueble o señorío.
•     Franco: se concedía sin regalo alguno y sin personal.
•     Eclesiástico: terrenos que se entregaban por parte de la iglesia a uno de los miembros de la iglesia.
•     Impropio: los feudos estaban llenos de características y normas. Si hablamos de este tipo de feudo es porque le faltaba algunas de las características por cumplir.
•     Laical: era entregado por príncipes o señores. A veces, por parte de los bienes propios de eclesiásticos.
• Ligio: en donde el feudatario tenía que acabar como un subordinado de su señor, de manera que no podía subordinarse a otro señor.
•    Propio: uno que cumplía las normas.
• Recto: es el terreno que aunque no se hubiese apalabrado, tenía que tener servicio personal u obsequio para quien entregaba el feudo.
•    Reversible: aquel terreno que podía ser restablecido o devuelto, cada cierto tiempo, si hiciese falta o necesario.
•   De soldada: un tipo de terreno que fue más desarrollado en el Oriente Latino que en Occidente. Consistía en ofrecer una renta de urbanización, por los oficios o las tasas urbanas.

El feudalismo vio llegar sus últimos días a raíz de numerosas razones, causadas por la disminución poblacional, provocada por el agotamiento de los recursos para el cultivo, las hambrunas, las malas condiciones de alimentación e higiene (causando las pestes), así como las constantes guerras.

El absolutismo de los reyes comenzaba a ser exclusivamente en los tronos de Europa, consolidándose así los gobiernos que defendían los privilegios de la nobleza frente a una burguesía que miraba con ansias el poder. Eso marcó el paso medieval al mundo moderno.

Después, el renacimiento llegó a Europa como un hecho cultural, que aún así vivía con el mundo político y social. El renacimiento surgió en Italia: Venecia, Florencia, Milán, Estados Pontificios y Nápoles, y se desarrolló durante los s. XV y XVI.